Comprar o poner en venta una vivienda puede ser mucho más tedioso y complicado de lo que muchos imaginan, sobre todo por el hecho de que son innumerables los imprevistos que se suceden durante el transcurso de dicho proceso. Un ejemplo lo tenemos durante el periodo de la burbuja inmobiliaria previa a 2008 donde mucha gente se lanzó a comprar propiedades sin meditarlo lo suficiente. Esto desembocó en un nivel muy alto de endeudamiento derivando en posteriores problemas para hacer frente a los créditos bancarios que se solicitaron tan alegremente. Muchos de esos inversores del ladrillo podrían haberse evitado innumerables problemas gracias a la figura del abogado.
La principal misión del abogado será asesorarte durante todo el proceso de compraventa de un inmueble, y aunque muchas personas son reacias a la hora de contratarlos por no gastar dinero de más, lo cierto es que es precisamente por eso mismo por lo que un abogado es indispensable ya que gracias a ellos ahorrarás en tiempo, dinero y dolores de cabeza a la hora de afrontar los interminables papeleos y gestiones que hay que llevar a cabo.
Las principales razones por las que es necesario contar con un abogado son las siguientes:
- Comprender mejor los documentos: un simple contrato de entrega de señal, la contratación de una hipoteca o gestionar la propia escritura de compraventa, están repletos de un lenguaje técnico que resulta muy difícil de comprender sin la suficiente formación. Si no quieres verte ahogado en un océano de términos legales, es mejor que dejarse aconsejar.
- Evitar contratiempos e imprevistos para ambas partes interesadas: La figura del abogado, en calidad de gestor del proceso, nos ayuda a facilitar las cosas a todos los implicados en la operación. Por un lado el comprador debe tratar de que la vivienda no tenga cargas inesperadas, mientras que lo importante para el vendedor es asegurarse de la suficiente solvencia económica del comprador.
El proceso y la influencia del abogado
Contrato de señal: si como comprador, tienes la determinación de adquirir el inmueble, se ejecutarían las arras, es decir, pagarías una pequeña parte del precio a modo de reserva, descontada después del precio final del inmueble.
Es muy importante que investigues si hay algun tipo de deuda pendiente. Para ello, deberás ir al Registro de la Propiedad y pedir una nota simple, aparte de asegurarte de que no hayan pagos pendientes de la comunidad, ni de los tributos municipales como el IBI o similares. En caso de que existan deudas, se podría renegociar el precio en función a esta circunstancia y así compensar el precio final.
Por otro lado, si el inmueble es antiguo, se recomienda contar con los servicios de un arquitecto que valore su estado. El abogado igualmente podría encargarse de este proceso.
Préstamo hipotecario: el abogado nos asesorará o intermediará para que podamos obtener las mejores condiciones de un préstamos y asegurar además de que éstas se cumplan con la entidad financiera.
Escritura de compraventa: Para muchos es un texto lleno de palabras incomprensibles dado su enorme contenido de terminología jurídica por lo que un abogado es imprescindible para evitar malentendidos en la misma.