Sin duda que el uso de herramientas o maquinarias ha facilitado las labores que antes parecían imposibles o muy difíciles de realizar. Una de estas actividades, que ha sido motivo de quebraderos de cabeza desde tiempos remotos, es la afanosa tarea de trasladar desde un lugar inferior a uno superior una carga, objeto o inclusive personas.
Afortunadamente, la agudeza humana ha dado con soluciones geniales para este tipo de obstáculos. Uno de ellos son las muy útiles plataformas elevadoras. Conocidas por diversos nombres tales como montacargas, autoelevador o “toro”, estas maquinarias son casi de uso obligatorio, en cualquier actividad que requiera el transporte de abajo hacia arriba o viceversa, incluyendo cualquier tipo de carga.
Lejos en el tiempo se encuentra la primera idea de “montacargas” creado a mediados del siglo XIX, el cual dio origen al también al primer ascensor diseñado por el norteamericano Elisha Graves Otis. Sin embargo, las modernas plataformas elevadoras para el transporte de cargas tienen su antecesor más inmediato en las proyectadas durante el año 1.923, en la cual ya poseían sus características más distintivas, tales como la horquilla y mástil.
Con el transcurrir de los años y la introducción de mejoras, gracias al avance de la tecnología, se han convertido en verdaderos elementos sofisticados, que combinando con diversos diseños y estructuras pueden llegar a diferentes alturas con alta funcionalidad y seguridad.
Muchas alternativas una única solución
Si tus labores diarias requieren estar en contacto permanente con situaciones de altura o la faena de trabajo implica el constante ir y venir de abajo hacia arriba, ha llegado el instante de usar una plataforma elevadora. Ideales para situaciones de manejo de carga pesada, estos mecanismos tienen como cualidad principal una gran adaptabilidad con costes mínimos.
Puedes usarlo tanto en espacios interiores o exteriores. Fabricados con materiales de gran calidad y resistencia, están en capacidad de resistir el trabajo continuo. Comúnmente, poseen una propulsión de bajo consumo de energía, provisto por un equipamiento hidráulico con motores eléctricos.
Asimismo, están en la capacidad de soportar el peso de uno o más usuarios quien en conjunto con el operario combinan la fuerza de la maquina con la habilidad humana. Estos elevadores poseen barandillas protectoras y puertas de entrada y salida, las cuales cierran el espacio y protegen al operador de posibles caídas.
El mercado de estas maquinarias es muy variado. Según la necesidad de carga, pueden ir desde la que soportan cargas consideradas bajas (80 kilos o menos), hasta de elevadores de gran capacidad que pueden soportar cerca de 10.000 kg de peso.
Su uso no requiere de gran experiencia o pericia, ya que son muy fáciles de operar por su capacidad de empleo “intuitivo”. No obstante, es importante seguir todas las medidas de seguridad para prevenir accidentes, así como asegurar su correcto funcionamiento.
El arrendamiento de estos equipos, por el bajo coste y excelente prestancia, es cada vez más frecuente. Su empleo para pequeños o grandes proyectos y por un determinado tiempo, convierte a la opción de alquiler de plataformas elevadoras Valencia, en la mejor solución.