Como entrenador personal necesitas estar conectado online con tus pupilos. No es suficiente con la presencia durante el entrenamiento, sino que tendrás que compartir rutinas e informes sobre progresiones.
Vamos a repasar 4 herramientas que te facilitarán la comunicación con tus clientes. Puedes usar una de ellas o una combinación de varias.
1. Correo electrónico a la antigua usanza
Puedes enviar a tus alumnos la rutina de ejercicios personalizada por correo electrónico. A medida que realicen los ejercicios propuestos, deberán rellenar los pesos utilizados, las repeticiones y cualquier dato relevante para enviarte la información. Si organizas los correos por carpetas te será muy fácil acceder a datos sobre la progresión, hacer modificaciones y enviar nuevas rutinas.
Todas las comunicaciones se pueden llevar a cabo por mail: envío de mensajes motivadores, formularios para rellenar, nuevos ejercicios, así como información sobre cómo tomar medidas y hacer un seguimiento del progreso.
2. Google Drive
Hay muchas ventajas derivadas de tener tus programas de ejercicios alojados en la nube. Algunos de estos beneficios incluyen la posibilidad de guardar automáticamente cada nueva entrada.
Tus pupilos ya no necesitarán guardar un documento en su ordenador y luego adjuntarlo al correo electrónico. Todo lo que tendrán que hacer será cumplimentar los datos tras cada sesión.
Google Drive te permite administrar fácilmente tu agenda utilizando las hojas de Google. Tanto si estás realizando formación personal presencial como online, o si quieres gestionar consultas online, Google Drive será tu aliado. Incluso tienes la opción de crear un calendario que muestre tu disponibilidad a lo largo de la semana.
Puedes dar acceso a tus alumnos a los documentos o al calendario para reservar una clase. Cuando estos inicien sesión en la hoja de cálculo, podrán ver qué horas ya se han reservado y cuáles están disponibles.
Otra característica interesante de Google Drive es que puedes crear y enviar formularios de ejercicios o encuestas online. Ya no tendrás que imprimir formularios, rellenarlos, escanearlos y enviarlos por correo electrónico. El proceso es mucho más fácil utilizando Google Forms.
3. Ten tu propia web
No hay nada que de más confianza a tu marca que tener tu propio nombre de dominio para tu negocio como entrenador personal.
Crear tu propia web es muy sencillo. Los nombres de dominio cuestan alrededor de 10 euros al año, mientras que para el alojamiento hay planes desde 3€ al mes. La mayoría del hosting incluyen la instalación fácil del gestor de contenidos gratuito WordPress
Tener tu propia web te da mucha libertad con respecto a tu oferta de servicios. Tu sitio con wordpress puede incluir un área de clientes a la que accedan tus alumnos para ver las rutinas programadas.
Puedes gestionar una agenda, crear una biblioteca de ejercicios, utilizar formularios e incluso gestionar los pagos de tus clientes a través de tu dominio personal. Todas estas funcionalidades se añaden a través de plug-ins muy fáciles de configurar.
4. Software para entrenadores personales
Darte de alta en un software para entrenadores personales es el último punto de esta lista.
Un programa específicamente creado para entrenadores personales resuelve muchos de los problemas con los que nos encontramos en nuestro día a día. El uso del software para reservar citas o gestionar entrenos es similar al uso de Google Drive, pero mucho más presentable (imagen de marca) y seguro.
Por lo general, un software para entrenadores personales incluye una enorme biblioteca de ejercicios. Podrás buscar entre miles de rutinas, asignarlas e incluso crear tus propios ejercicios. También te permite guardar plantillas de entrenamiento para poder utilizarlas en el futuro.
Toda la comunicación con tus alumnos se gestiona desde un único lugar.
Los clientes también se muestran satisfechos porque introducen fácilmente la información de sus entrenos a través del teléfono antes de que se les olvide. Además, en la aplicación pueden observar su progreso, lo que les proporciona una motivación adicional cuando ven que se están moviendo en la dirección correcta.